Esta semana hemos leído dos noticias que han suscitado un notorio interés entre los profesionales del Derecho y que hemos compartido en nuestras redes sociales. Por un lado, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha confirmado la procedencia del despido de una empleada por ineptitud sobrevenida ante la implantación de un programa digital al que a diferencia de otros compañeros de igual antigüedad no se adaptó. De otro, la Justicia Europea se prepara para la entrada en vigor del Reglamento relativo a su transición digital al que los Estados miembros tendrán que adaptarse paulatinamente como máximo para el 2028.
Estas noticias son dos caras de una misma moneda respecto al camino hacia la digitalización plena del sector legal al que estamos abocados irremediablemente, frente a la complejidad de desafíos profesionales y emociones que plantea esta situación en los juristas.
INEPTITUD TECNOLÓGICA SOBREVENIDA
La Sentencia del TSJ de Madrid no es sino un síntoma más de una problemática creciente en el mundo laboral: la ineptitud sobrevenida frente a los rápidos cambios tecnológicos. Este fenómeno, caracterizado por las dificultades de un trabajador para adaptarse a las nuevas tecnologías, es un problema más común en el sector legal de lo que pudiera parecer.
En este caso, la trabajadora se encontró en la disyuntiva de dedicar más de una hora a tareas que deberían haber requerido, como máximo, cinco minutos; pese a que se le había explicado su funcionamiento y le habían advertido en varias ocasiones sobre la necesidad de su adaptación al programa.
Cabe puntualizar es que la ineptitud sobrevenida es una causa objetiva contemplada en el artículo 52.a) del Estatuto de los Trabajadores (ET), por lo que la consecuencia del despido ante la falta de adaptación a las novedades tecnológicas podría llegar a ser una consecuencia generalizada.
¿QUÉ FACTORES PUEDEN LLEVAR A LA INEPTITUD TECNOLÓGICA?
La transformación digital de un despacho o empresa desencadena una serie de emociones en los empleados, quienes sienten temor, inseguridad o estrés ante las novedades en sus tareas y procesos de trabajo. En efecto, factores como la resistencia al cambio, la tecnofobia y el miedo a la incertidumbre que se atisba en todos los profesionales jurídicos son sólo algunos muy determinantes que pueden llevar a la ineptitud profesional tecnológica; pues puede llevar a un rechazo generalizado a la adaptación a nuevos programas, con la consiguiente pérdida de eficiencias, como ocurrió en el caso de la resolución del TSJ de Madrid.
¿QUÉ MEDIDAS PUEDEN ADOPTARSE PARA MINIMIZAR LA INEPTITUD SOBREVENIDA Y LA RESISTENCIA AL CAMBIO?
Un componente esencial en la lucha contra la ineptitud sobrevenida es la labor de la empresa en la formación adecuada y la capacitación tecnológica a las herramientas digitales implantadas. En este punto una labor de mentoría en la empresa es fundamental. Los mentores son profesionales con experiencia en el uso de las nuevas tecnologías que pueden guiar a los empleados a través de la transición, mediante orientación personalizada, comprensión empática y apoyo técnico.
Estos programas deben ser diseñados de manera integral, teniendo en cuenta las diferentes necesidades y niveles de competencia de los empleados; además, es importante proporcionar apoyo emocional. En este punto, EDJuristas podemos ayudarte.
¿QUÉ BENEFICIOS APORTA LA CAPACITACIÓN TECNOLÓGICA A LOS EMPLEADOS?
La mentoría, la capacitación y la formación a los empleados en los nuevos métodos y programas de la empresa es un win win. Por un lado, la mentoría fomentará un ambiente de trabajo colaborativo y solidario, y mejora la satisfacción laboral de los empleados; y la formación ayudará a los trabajadores a minimizar los sentimientos negativos hacia las adaptaciones que se están ocasionando.
Por otro, tener empleados que comprendan la relevancia de las herramientas digitales y conozcan su completo funcionamiento, proporcionará a la empresa eficiencias en las tareas, con la consiguiente rentabilidad del proceso de transformación digital efectuado.
Conclusión
La próxima Justicia digital europea evidencia la irremediable necesidad del sector legal de adaptar sus despachos a la tecnología. Y el caso de la sentencia del TSJ de Madrid pone sobre la mesa la necesidad de adoptar una actitud proactiva ante los cambios, tanto para los empleados como para las empresas.
En el contexto actual, es fundamental preparar a los profesionales para que estén alineados con estos avances tecnológicos y no se vean atrapados por la ineptitud sobrevenida. En un mundo en constante cambio, la capacitación y el apoyo son inversiones esenciales en el futuro del trabajo.
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