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Inteligencia Artificial: el as oculto de los JJ.OO de París 2024 y sus desafíos tecnojurídicos para Los Ángeles 2028



De modo sigiloso, pero imparable, la Inteligencia Artificial ha logrado infiltrarse en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. El deporte, un ámbito que siempre ha abrazado la tecnología, ha encontrado en la Inteligencia Artificial un nuevo compañero de viaje. Sin embargo, esta nueva realidad ha pasado bastante desapercibida para los millones de espectadores que hemos seguido los Juegos Olímpicos de París.

 

Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 serán la próxima oportunidad para ver como la IA consigue empujar los límites de lo que consideramos posible, un evento que promete cambiar para siempre la manera en la que experimentamos el deporte y lo conectamos con el mundo. La IA será la fuerza impulsora detrás de esta transformación, un motor que, bien gestionado, nos permitirá maximizar la conectividad, la seguridad y la experiencia de los espectadores a niveles jamás imaginados.

 

La IA en el deporte: el presente que ya es futuro

El Comité Olímpico Internacional (COI) ha identificado cinco áreas clave donde la IA está comenzando a revolucionar el deporte: el apoyo a los atletas, la equidad en el acceso a la tecnología, la optimización de operaciones en los Juegos, el aumento del compromiso con los aficionados y la eficiencia en la gestión interna. Estas aplicaciones no solo perfeccionan la evaluación del rendimiento, sino que también hacen posible que más personas, desde cualquier rincón del mundo, puedan disfrutar de los Juegos de manera personalizada y envolvente. La IA permitirá una democratización del acceso a tecnologías avanzadas, beneficiando a atletas y espectadores por igual.

 

Los retos tecnojurídicos de la IA en el deporte

Sin embargo, esta revolución trae consigo una serie de retos tecnojurídicos que no podemos ignorar. La implantación de la IA, tanto en los Juegos Olímpicos como en el deporte en general, no está exenta de retos. Las cuestiones relacionadas con la privacidad, los metadatos generados por dispositivos IoT, la responsabilidad en la toma de decisiones automatizadas y la censura de contenido son algunas de las preocupaciones más apremiantes.

 

1.    Privacidad y protección de datos: Los dispositivos IoT, como wearables y sensores que monitorizan el rendimiento de los atletas, generan una cantidad ingente de datos personales, desde la frecuencia cardíaca hasta los patrones de sueño. Estos metadatos revelan información muy sensible que, en malas manos, podría ser explotada. El reto es garantizar que estos datos estén protegidos y que los atletas tengan control sobre su uso. Aquí es donde entra en juego un marco robusto de gobernanza de datos, que debe garantizar la seguridad, la privacidad y la transparencia en todo momento.


 

2.    Decisiones más imparciales y precisas: Uno de los mayores avances de la IA en el deporte es su capacidad para asistir a jueces y árbitros. Con la IA, se pueden eliminar errores humanos en tiempo real, garantizando decisiones más justas y precisas. Sin embargo, esto plantea una cuestión legal importante: ¿quién es el responsable cuando un sistema de IA comete un error? La rendición de cuentas en las decisiones automatizadas es un tema clave que requiere una atención cuidadosa por parte del COI y expertos en ética.



3.    Combate al odio y la violencia: La IA también juega un papel fundamental en la creación de un entorno más seguro, tanto para los atletas como para los aficionados. Los sistemas de IA pueden monitorizar plataformas digitales y detectar de inmediato cualquier manifestación de odio o violencia dirigida hacia los deportistas. Pero, ¿cómo equilibramos la protección contra el acoso con la libertad de expresión? Esta es una línea delicada que no debe cruzarse fácilmente. Si bien el control del contenido es necesario en algunos casos, el uso de IA para moderar debe hacerse con criterios claros y objetivos para evitar falsos positivos que afecten injustamente a los usuarios.



4.    Experiencias inmersivas y personalizadas: Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 estarán marcados por una nueva era de retransmisiones en resolución 8K y experiencias inmersivas que conectarán a los aficionados con los eventos de formas que hasta ahora eran inimaginables. Sin embargo, con el avance en la calidad de las retransmisiones, también surgen cuestiones de seguridad de los datos. Los sistemas que gestionan estas experiencias deben garantizar la integridad de la información y proteger tanto a los espectadores como a los organizadores de posibles vulnerabilidades cibernéticas.



5.    Preservación del legado olímpico: Otro reto clave es cómo la IA puede contribuir a preservar el legado de los Juegos Olímpicos para las generaciones futuras. Esto plantea preguntas sobre la propiedad intelectual y la gestión del conocimiento. ¿Cómo almacenamos y compartimos el vasto volumen de datos generados durante cada evento sin comprometer la confidencialidad y la integridad de la información?


 

Gobernanza Responsable y Transparencia: Las Claves para el Futuro

El COI ha establecido un marco de gobernanza con el objetivo de garantizar que el uso de la IA en los Juegos Olímpicos sea transparente, responsable y seguro. Esto incluye la creación de políticas que promuevan la responsabilidad en todas las decisiones automatizadas, asegurando que los sistemas de IA sean auditables, éticos y libres de sesgos que puedan comprometer la equidad en la competición.

 

La IA está transformando el deporte en todos sus niveles, pero para que este avance sea verdaderamente beneficioso, es crucial que las aplicaciones tecnológicas respeten los principios fundamentales del derecho a la privacidad, la justicia y la seguridad. Las normas deben adaptarse rápidamente a esta nueva realidad, garantizando que la innovación no supere la capacidad de control y protección que los sistemas legales actuales pueden ofrecer.

 

Conclusión: ¿Hacia Dónde Vamos?

La Agenda Olímpica de la IA no solo representa una oportunidad para llevar el deporte a un nuevo nivel de eficiencia, precisión y seguridad, sino que también plantea una serie de retos tecnojurídicos que los organismos oficiales deben tener en cuenta para garantizar los derechos de todas las partes. Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 volverán a convertirse en un espectáculo con una IA como protagonista que conectará al mundo y transformará el deporte para siempre.

 

La clave está en garantizar que la innovación digital no supere nuestra capacidad de protección jurídica, creando así un entorno en el que atletas, espectadores y organizadores puedan prosperar juntos, de forma segura y equitativa.


Escrito por la Doctora y ponente Isabel Rojo junto con Leyre Pérez.

 

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